El cáncer y sus tratamientos específicos (quimioterapia, radioterapia y cirugía oncológica) causan importantes cambios en el desempeño funcional de las personas afectadas.
La participación del equipo de rehabilitación es transversal al proceso evolutivo de la enfermedad (diagnóstico, tratamiento activo, sobreviviente y final de vida). Dentro de este proceso, se pueden identificar diferentes condiciones, denominados síndromes oncológicos, como el síndrome de fatiga, el dolor oncológico y no oncológico, las alteraciones de la marcha, el síndrome de linfedema, los trastornos neuromusculoesqueléticos y cognitivos, además de las complicaciones derivadas de la estancia hospitalaria prolongada, entre otros.